Hoy dejo algunas breves historias de personajes curiosos de la ciudad de La Plata, que fueron publicadas en el diario Hoy del 30 de septiembre de 1999. El autor de estas historias es Ramón Tarruella quien escribió otras como "El misterio del piano" en el libro Mitos y leyendas de La Plata.
Muchos seres pintorescos desfilaron por la galería de personajes típicos de La Plata. Uno fue el conocido por el sobrenombre de Chichilo, que vivía en un miserable rancho, en el humilde barrio de 38 y 12, a la que una patota por jugarle una broma pesada le prendió fuego. Vivía juntando huesos, trapos, cartones, botellas, etc. Con el tiempo, Chichilo dejó su trabajo de ciruja, pero su fama permaneció intacta.
Francisco Longo, más conocido como Ayacucho, se transformó de conductor de carruajes en guardián de los automóviles que estacionaban en la zona bancaria. Sus gauchadas quedaron en el corazón de muchos platenses, como cuando fiaba viajes los días de lluvia o salvó la vida de un niño vendiendo su carruaje.
La ciudad le testimonió su agradecimiento. En 1910, la revista “La ciudad” organizó una colecta para regalarle un coche nuevo, gracias al trabajo de Mariano Chaumeil, Guride Bazerque, “Palito” Villa-Abrille, Alfredo Elena, Traynor, Ves Losada, Aráuz y otros.
Otro personaje simpático y muy peculiar fue Vicente Di Palma, “Medichinale”, quien creía que curaba con sus hierbas “medichinales”, las que cargaba en una bolsa por las calles.
También José Lafussa, al que la calle bautizó como “Rico Tipo”, sin que se sepa por qué. Arrastraba su magra humanidad por las calles, con la que penosamente sostenía el sobretodo que lo cubría.
Cuando se le otorgó una pensión a la vejez se temió no volverlo a ver por las calles del centro.
Sin embargo, continuó con su tarea de distribuir volantes, hasta que -en 1952- su corazón dejó de latir.