Uno de los tantos nombres por los que se conoce a La Plata, es el de “la ciudad de los tilos”, ya que esos árboles son abundantes en sus calles y en la época de floración llenan el aire con su perfume tan característico. Sin embargo, poca gente conoce su curiosa historia, la cual voy a contar en esta entrada del blog.
A fines del siglo XIX se estaba trabajando en forestar las plazas y calles de la ciudad, imitando a la ciudad de Berlín, en donde los tilos perfumaban el aire. Fue por ello que se enviaron en barco varias decenas de esos árboles desde Alemania hasta la nueva capital de la provincia de Buenos Aires, en un viaje que duró más de un mes.Al llegar a La Plata,
los árboles estaban en muy mal estado, por lo que se creyó que no iban a poder plantarse. Sin embargo, apareció en esta historia un hombre que estaba a cargo del cuidado de los jardines del Colegio Nacional, quien sugirió que se cubriera a los árboles con tierra para poder recuperarlos, y así se hizo.
Los árboles se colocaron entre el Colegio Nacional y la Facultad de Ingeniería, y tras pasar varias semanas enterrados, se verificó que en su mayoría habían vuelto a brotar, por lo que gracias a este hombre, se los pudo usar para cubrir muchos espacios verdes de La Plata.Otra curiosidad de nuestros tilos, es que son de una especie híbrida llamada “Tilia moltkei”, lograda en Alemania por el naturalista Spaeth en 1880. La misma no tiene la propiedad de ser medicinal, pero su beneficio es que el polen que libera no causa alergias. Fotos:
1. Tilos en 7 entre 48 y 49.
2. Colegio Nacional "Rafael Hernández"
3. Tilos en la ciudad de Berlín.
Fuentes:
“El secreto de los tilos platenses”, Diario Hoy
"Un híbrido traído de Berlín en el inicio de 1900 se transformó en icono local", diario Hoy, 11/10/2006
“Ciudad de La Plata: Su historia”, Ricardo S. Katz